Hoy terminamos la lectura de este relato corto La Peluca en el sofá, en las letras de Luis Escorche.
¡Debí hacerlo!
Como director de obras de una empresa de construcción; me ausenté por unas horas de la casa, sin decir a que hora regresaría.
Esa tarde regreso más temprano, algo inusual.
La casa esta silenciosa, olor a fragancias exóticas inundaban el ambiente, escucho una tenue música proveniente de las habitaciones principales en el piso superior, subo las escaleras silencioso… oigo murmullos y risas… palabras de placer infinito.
La puerta entre abierta, escucho gemidos, quejidos, besos… me asomo:
El trasero desnudo se mueve con furia loca de arriba abajo, las uñas clavadas en la espalda desnuda, marcan la piel de aquel cuerpo que ya no me parecía tan voluptuoso.
A punto de soltar un grito de satisfacción, se paralizan al verme. Yo también quedé sin poder reaccionar a aquel inesperado espectáculo que se escenifica a mis ojos tan abiertos que parecen querer salir de sus órbitas.
¡Sorpresa!
La peluca reposaba en el sofá toda despeinada, la mujer ya no me parecía tan elegante, sin pintura de labios, ni pestañas postizas y el espectacular cuerpo… ¡era un atlético joven veinte añero!
Las aventuras fuera de la casa de mi mujer ya no le satisfacían, por lo que decidió que la mejor manera de continuar con sus amores prohibidos era el de traer a esta hermosa mujer a nuestra casa, mujer de la que estaba segura yo no sospecharía nada y que por poco a mi también enamora.
El secreto se develó.
Y… por su puesto la linda asistente, hasta ese día trabajó.
Siempre; sea la época que sea se buscará la manera más ingeniosa de pegar los cuernos… una más ingeniosa que otra.
FIN