
Destellos
El sol se despertó tempranito, casi de madrugada… sus rayos iluminaban los esteros, las llanuras, las montañas. ¡Buscaba a su amada y no la encontraba!
Al otro lado del mundo, su novia; la luna, aún dormitaba, esperando por él… sollozaba, dejando caer lágrimas en forma de estrellas sobre su almohada.