Las Casas Coloniales en torno al parque La Victoria de San José de Cúcuta

Las ciudades son como las personas, quiero decir , como una especie de organismos que nacen, se desarrollan, muchas veces continúan su crecimiento sistemático, otras fallecen y la mayoría de las veces se mantienen extáticas. Pero estos “organismos” casi siempre tienen en su devenir hitos que implican un antes y un después en su vida, esto último sucede con San José de Cúcuta, capital del oriental Departamento de Norte de Santander, Colombia.
Eso le sucedió a esta ciudad el dieciocho de mayo de mil ochocientos setenta y cinco cuando al medio día la ciudad se estremeció con el ímpetu devastador de la tierra que se sacudió con furia y destruyó la ciudad y zonas aledañas. Ese día la historia arquitectónica de la ciudad se borró, las casas coloniales, en las que se vio y vivió el nacimiento de la Gran Colombia por decisión del Congreso de Villa del Rosario en mil ochocientos veintiuno, desaparecieron.
Se acabó la memoria visual de un tiempo y de unos hechos, quedando sólo los restos del Templo Histórico de Villa del Rosario. Pero ese día y en los posteriores renació, se reinventó Cúcuta, al principio con la ayuda de donaciones, como las mil libras esterlinas que la Reina Victoria de Inglaterra envió de ayuda a la comarca que le proveía el chocolate que tanto le agradaba y con el que se reconstruyó el Hospital San Juan dios hoy sede de la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, después y poco a poco con la reactivación de la economía y las personas que fueron llegando a asentar sus vidas y negocios allí. Y fueron estas personas junto con los sobrevivientes de la catástrofe y con el diseño de ciudad que hiciera el ingeniero venezolano, Francisco de Paula Andrade Troconis que San José de Cúcuta escribió una nueva historia arquitectónica y vivencial.
De esta nueva historia arquitectónica es que versa este libro- investigación de los profesores Leonardo Yothuel Díaz Güechá licenciado en Derecho y Ciro Alfonso Pérez licenciado en Filosofía y Letras, docentes y miembros ambos de la Academia de Historia de Norte de Santander decidieron realizar una investigación sobre la historia de las viejas casonas que conforman el centro de la ciudad.
En este interesantísimo y didáctico libro editado por el poeta -y quien también lo prologa- Fernando Chelle a través de Palabra Escrita Ediciones. El libro fue presentado en la XVIII Fiesta del Libro Cúcuta. Es un proyecto investigativo llevado a libro por ello mantiene toda la estructura propia de este tipo de trabajos universitarios: Formulación de la Investigación, Justificación, Objetivo General, Método y Presentación. Luego Luego en ocho ítems nos van contando la historia de otras tantas emblemáticas casonas y su devenir a lo largo de estos años, quienes las construyeron y qué personalidades relevantes de la sociedad cucuteña hicieron vida en ellas. Finalmente tenemos las Conclusiones y Bibliografía.

Con esta edición Díaz y Pérez instan a la población cucuteña a descubrir y enemorarse de sus viejas edificaciones, así como de su historia y con ello reafirmar su gentilicio. Con las consignas de progreso y modernidad se van destruyendo edificaciones, instituciones calles completas que cambian la faz de las ciudades. El progreso es bueno, obviamente pero sin dejar de lado el de donde venimos para poder llegar a ser esto que hoy somos.
Mirar Cúcuta luego de leer este documento nos hace verla de otra manera, con cierta nostalgia por esos tiempos más lentos en que las horas se deslizaban al suave compás de la brisa y la vida aunque era el mismo cúmulo de sentimientos y vivencias que ahora, tenía más tiempo para la contemplación. Sin duda un trabajo importante para la memoria cucuteña, para estudiantes y curiosos que quieran conocer y reconocer su ciudad. El libro puede adquirirse en la Academia de Historia en Cúcuta.